La formación de los trabajadores para trabajos de manipulación de residuos con amianto precisa de renovación anual, lo que genera unos altos costes a la empresa que solamente puede amortizar repercutiendo en la factura de desamiantado que paga el cliente.

Otro agravante que encontramos se encuentra en la jornada laboral puesto que con E.P.I. respiratorios el tiempo de trabajo se reduce a 4 horas diarias.
La empresa asume también el gasto diario de material desechable de alta eficacia como los buzos Cat. III, mascarillas FFP3 y guantes nitrilo resistentes para un solo uso.

El protocolo además marca unas pautas de descontaminación que requieren maquinaria y equipos complicados de alto coste y escasa comercialización con lo que los precios de adquisición, mantenimiento y/o alquiler se disparan.